El
recorrido a través de este viaje de conocimiento y trabajo sobre el Trastorno
por Déficit de Atención e Hiperactividad ha sido largo y arduo, como también es
difícil de explicar mis sentimientos en
este tramo final. Cómo voy a explicar ahora todas las dificultades técnicas con las que me
he topado, la búsqueda y consulta de tantísimas páginas sobre el TDAH, la
visualización de tutoriales para registrarse y publicar en diversas “nubes” o
archivos digitales.
Me viene a la mente y al corazón uno de los poemas
más bellos que jamás haya leído y quiero aquí citar algunos de sus versos, que
ejemplifican una muestra de mi estado de ánimo a la finalización de este curso,
ya que en realidad ésta es mi última tarea.
Si vas a
emprender el viaje hacia Itaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencia, en conocimiento.
a Lestrigones
y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
(…)
Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a
la isla
con cuanto hayas ganado
en el camino,
sin esperar que Itaca
te enriquezca.
Itaca te regaló un
hermoso viaje.
Sin ella el camino no
hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa
puede darte.
Aunque pobre la
encuentres, no te engañará Itaca.
Rico en saber y vida,
como has vuelto,
comprendes ya qué
significan las Itacas.
(Constantino Kavafis,
1863-1933, Poesías completas, XXXII)
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